domingo, 26 de agosto de 2018

Hemisferios del cerebro: conectando las partes


En el Yoga, las posturas permiten una mejora del reconocimiento de nuestro cuerpo. Pero además el yoga y su práctica consciente favorecen la conexión entre los hemisferios del cerebro.
Realizar las posturas del Yoga, denominadas asanas, permite acrecentar la conexión existente.
En nuestra actualidad se encuentran muy en boga las denominadas neurociencias y el despliegue de sus teorías, acreditadas por reconocidas universidades e instituciones mundiales. En la antigüedad los maestros yoguis avanzaron sobre las aclamadas teorías de la neurociencia pero, con la práctica constante y tenaz del yoga ; todo esto en Oriente y hace miles de años, sin tener todos los avances tecnológicos con lo que se cuenta hoy en día.
Entonces, sabemos hoy que las neurociencias acreditan algo que venía siendo trabajado y “pasado por el cuerpo” de muchos maestros yoguis como así también  personas practicantes de la disciplina. La práctica diaria de los ejercicios sumada a esta la responsabilidad consciente sobre el sentir real de cada asana, permitió y continúan permitiendo que el Yoga sea aclamado incluso por áreas tan serias como la de las neurociencias.
Desde el yoga de conciencia es posible acceder a esta reconexión entre partes, entre hemisferio derecho e izquierdo esto es posible haciendo pausa y moviéndonos internamente, para crear espacio interior.

Prof. María Eugenia Brie


martes, 7 de agosto de 2018

Espacio interior: nuestro templo sagrado




En este tercer artículo para la aproximación a los conceptos del yoga de conciencia nos acercamos a la búsqueda de nuestro espacio interior.

El espacio interior es la casa de uno, es donde uno recurre a cobijo a cuidado es donde uno encuentra el oxigeno que necesita.
El espacio interior empieza a ser  y a configurarse en una postura, es un fluctuar conciente de la respiración sosteniendo al asana. Desde esta observación y un conciente sostener de la postura del yoga podemos lograr “observar” con todos los sentidos las distintas partes del cuerpo en el movimiento en sí. Esto posibilita que se entiendan las aperturas, los cierres y demás implicancias del movimiento en sí.
Cada clase del yoga de conciencia es una operación. Esta operación nace con nuestra respiración, que es la herramienta más sabia y a su vez  es la savia que nos nutre.
Movernos de adentro hacia afuera nos retorna a este espacio interior, nos permite observar profundamente y ser concientes de los registros de nuestros movimientos, y en esta construcción del espacio interno guiados por nuestra respiración y accediendo a la pausa encontramos que en verdad es el lugar en donde nos retroalimentamos.

Es nuestro interior, es nuestra casa, es nuestro templo sagrado.

María Eugenia Brie
Profesora de Yoga