lunes, 30 de julio de 2018

Movernos de adentro hacia fuera: un método para el Yoga de Conciencia



La intención de este segundo artículo no es posicionar una nueva y única metodología para el yoga, sino acercarnos a aquella idea que compartí en mi cortometraje, la idea de que el fundamento de una disciplina se genera cuando el maestro ha pasado toda la práctica a través de su cuerpo y su vida, digamos que se podría decir que el verbo se encarna en la práctica. Se genera una toma de conciencia en los ejercicios ejecutados, no se automatiza, se genera un proceso nuevo día a día.

Movernos de adentro hacia afuera es el ejercicio para el yoga de conciencia.  Las clases, los intensivos, los talleres y laboratorios generan una búsqueda del reconocimiento de nuestro cuerpo. Para esto es fundamental siempre, comenzar por la respiración. La respiración es el primer movimiento que despierta los sentidos y la piel.
En las clases del yoga de conciencia se plantea un “viaje” en donde no se puede saber específicamente el lugar de destino. Esto no quiero decir que no hay una planificación. Todo lo contrario. Es justamente el fuerte eje conductor que se plantea, ese hilo de la clase el que sostiene y hace posible el viaje exploratorio a través del espacio interior. Esta coherencia en la lectura y la escucha de  nuestro cuerpo va asegurando el bienestar.
En estas exploraciones guiadas de forma permanente por el profesional del yoga de conciencia se comienza por el primer movimiento que es la respiración. Luego se plantean los primeros ejercicios, allí se autoevalúan los propios apoyos corporales indagando de forma propia sobre ellos. Es un primer paso al reconocimiento del “movernos de adentro hacia fuera”. Aquí pueden surgir preguntas tales como: ¿en qué lugar tengo mis hombros? ¿Cómo encuentro mi propio cuerpo, ahora que vamos percibiendo los apoyos? Hasta incluso lograr ¿cómo me sentía al comienzo de la clase y como me encuentro luego en las diferentes posturas? Pasando desde las más básicas, a las invertidas en el desarrollo y avance de la clase.
Así es que el yoga de conciencia se vale de la escucha interna profunda. Una escucha que se da en el silencio y que comienza con el movimiento de la respiración.
Vale realizar una salvedad que surge a partir de la práctica del yoga y es que en su desarrollo esta disciplina logra complementar intensidad y relajación. Complemento muy difícil de encontrar en todas las disciplinas por igual. Aquí podemos tener un plus si aceptamos el proceso más que la llegada. Si percibimos el dolor, el malestar como lo que nos habla internamente escuchando nuestros apoyos incluso en lo complejo.

María Eugenia Brie
Profesora de Yoga

Julio-2018
MBY




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